L CÍRCULO LOVECRAFTIANO & HORROR DE LA CIUDAD DE MÉXICO:
ANOTACIONES ACERCA DEL RELATO "EN LA NOCHE DE LOS TIEMPOS"
DE H. P. LOVECRAFT (1936).
“The Shadow Out of Time” se publicó en 1936 en la revista de literatura Astounding stories. Ese mismo año, se publica en la misma revista otra de las más grandes obras del “prisionero de Providence”: “At the Mountains of Madness”. Estos dos excelentes relatos de horror cósmico tienen en común no solo el hecho de que ambos provienen de uno de sus primeros cuentos, “The Nameless City” de 1921, sino que ambos forman parte de una idea que varios investigadores han debatido a lo largo de los años: el concepto que H. P. Lovecraft intentó desarrollar sobre la utopía de la civilización.
En su ensayo “Lovecraft 's Avatars: Azathoth, Nyarlathotep, Dagon, and Lovecraftian Utopias”, Brandon Reynolds desarrolla el argumento de que, según su análisis, el Maestro de Providence dividió la dinámica de sus relatos en dos grandes racimos de ideas. Por una parte, un ensalzamiento del paganismo greco-romano, que se manifiesta en el intento de liberación de los primigenios y de las sectas humanas y de otros seres inferiores que los adoran e intentan servirlos. Por el otro lado, está una especie de ateísmo nihilista que aboga por la destrucción inexorable y total de la humanidad, identificado en la figura de Azathoth, el caos nuclear que significa destrucción pura. Aquí, los cultos secretos y prohibidos que encontramos en muchos de sus relatos, podrían ser el sucedáneo perfecto del cristianismo y las grandes religiones, y las comunidades clandestinas de profundos y otros seres mestizos podrían ser las nuevas comunidades religiosas que lograrían a través de un arduo trabajo, la resurrección de los dioses primigenios y el advenimiento de un evento que sería superior a todo lo conocido, la destrucción de la civilización humana, nada más ni nada menos.
Jessica George, en su trabajo “Deadly Light: Machen, Lovecraft, and Evolutionary Theory”, critica la idea de Reynolds sobre las ideas utópicas de Lovecraft porque le parecen demasiado pesimistas. Ella piensa diferente, argumenta que más bien Lovecraft intentó proyectar la idea de unas civilizaciones antiquísimas que llegaron a un nivel social, cultural y tecnológico muchomás avanzado que los seres humanos. En el relato “En la noche de los tiempos” nos encontramos con la Gran Raza, que llegó a la tierra proveniente de las estrellas hace 150 millones de años, y a través de un arduo conflicto logró dominar amplias porciones del planeta, construyendo ciclópeas ciudades y llegando a un desarrollo social asombroso. Construyendo jardines sorprendentes, elaborando complicados experimentos en todas las ramas de la ciencia, controlando su natalidad y sobre todo, edificando la biblioteca más vasta, especializada y deslumbrante no solo del mundo, sino del universo atemporal.
Esta última idea de la biblioteca es fascinante, y vemos aquí, tal vez, la influencia de la majestuosa biblioteca de Alejandría, recordemos que H. P. Lovecraft era un amante apasionado del mundo antiguo. A su vez, tal vez este relato influyó al maestro Borges para escribir su “Biblioteca de Babel” que como la de Lovecraft, es infinita. Llama la atención, sin embargo, el que la biblioteca de la Gran Raza no sea enteramente digital, o de una tecnología más avanzada, al contrario, es arcaica, con anaqueles y libros encuadernados. Opino que Lovecraft estaba al tanto de los avances tecnológicos de su época, pero el advenimiento de la era digital fue tal vez, algo que no pudo vislumbrar.
Ahora bien, recordemos las principales obras que sobre el tema deuna civilización utópica se han escrito: el famoso relato de Tomás Moro de 1516, “Utopía”, el de San Agustín de Hipona con la Ciudad de Dios del 426d.c., Civita Solis de Tomasso Campanella de 1623, la New Atlantis, escrita por Francis Bacon en 1627, la República de Platón (370a.c.), y muchas otras más. Todas estas aspiraciones tienen que ver con sociedades inexistentes, inalcanzables, con la idea de un lugar que no existe en la realidad, pero que existe en el ideal. La Gran Raza comparte tantos de estos ideales, que el relato va construyendo en el lector una especie de simpatía, la misma que se construye hacia los antiguos en “Las montañas de la locura”. Entre una cantidad ingente de especies cósmicas abominables, debemos por fuerza, colocarnos del lado de los más parecidos a nosotros, o al menos eso nos gusta creer, después de todo la Gran Raza no se tocará el corazón para exterminar especies completas con tal de sobrevivir, muy parecida a los demás después de todo.
“En la noche de los tiempos” Lovecraft vertió -al igual que “En las montañas de la locura”- una extensa cantidad de datos acerca de su cosmología. Gracias a estos relatos podemos construir una especie de cronología terrible para entender el mundo de H.P. Lovecraft. Sin embargo, soy de la opinión de que Lovecraft intento la misma fórmula en las dos obras referidas, el nostos del personaje, el descensus ad inferos que podemos encontrar desde las vetustas tablillas del poema de Gilgamesh, hasta la Divina Comedia de Dante, la ciudad antiquísima y colosal, el descubrimiento de una realidad que sobrepasa la cordura humana. Sin embargo, soy de la opinión de que en “The shadow out of time”, Lovecraft no logró elaborar la narrativa tan atractiva que sí construyo en el relato de la Antártida. “En la noche de los tiempos” es repetitivo, y tarda demasiado en desenvolver el clímax del relato. En una carta dirigida a Hoffman Price, Lovecraft le comunica que su relato no logró lo que se esperaba de él, y que pensaba destruirlo para volver a empezar de cero. Suerte para nosotros que no lo hizo. Como final de estas anotaciones, quisiera compartir parte del humor involuntario de nuestro querido maestro: reí y reí, cuando escribe en su relato que la Gran Raza de Yith no se preocupaba de la extinción en masa que se avecinaba, total, hay unos monos en el futuro que se creen muy listos, ¿monos?, mejor aún, después de que ellos mismos se exterminen vendrán unos escarabajos más listos que los monos, seremos escarabajos entonces.
Noviembre de 2019, México Tenochtitlán.
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