Hola, bienvenidos a una cara algo olvidada del horror, pero que sin duda ha causado estampas imborrables en las mentes de los adictos al género. Hablo de la moda, aquellas vestiduras que roban el aliento con su belleza sin igual, y que aun así imponen respeto, admiración, deseo, envidia y temor. Inauguramos esta sección con diseños desconcertantes, que a las personas no familiarizadas con lo grotesco y lo horrorífico, sin duda les causó un vuelco en el estómago. Generalmente los amantes de lo bizarro nos inclinamos por lo underground, lo marginado, la moda alternativa. Pero… ¿Es que acaso la alta costura y el horror no pueden coexistir? Claro que sí.
La alfombra roja (aunque últimamente de varios colores) de la Gala del MET es el equivalente en el mundo de la moda a los Oscares. Todos los años, con motivo de un evento a beneficio del Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, en conjunto con Vogue, se reúnen diseñadores, modelos y estrellas de Hollywood con los looks más excéntricos. La temática de la edición de primavera de 2019 fue "Notes on Camp" (Notas sobre lo Camp), inspirado en el ensayo de la escritora americana Susan Sontag de 1964. Este ensayo examina cómo los elementos de ironía, humor, parodia, pastiche y teatralidad se expresan en la moda:
"Camp es: cosas-siendo-lo-que-no-son".
"Camp no es un modo natural de percibir, si es que existe. De hecho, la esencia del Camp es su amor por lo antinatural: el artificio y la exageración".
"El estilo Camp da la espalda al eje bueno-malo del juicio estético ordinario. Camp no invierte las cosas. No argumenta que lo bueno es malo o lo malo es bueno. Lo que hace es ofrecer al arte, y a la vida, un conjunto de normas diferente o complementario".
En esta edición (el año pasado fue cancelado por la pandemia), vimos a un Jared Leto paseando una escalofriante replica de su propia cabeza:
Este atuendo fue inspirado en el desfile de Gucci de la Semana de la Moda de Milán; con la colección del diseñador Alessandro Michele, denominada “Cyborg”, de la línea Otoño/Invierno 2018; donde vemos modelos en la pasarela con réplicas de sus propias cabezas.
"Es Gucci, es una cabeza por Gucci, es extraño. Es todo Alessandro, es todo el equipo de Gucci”, dijo Leto al ser entrevistado, mientras porta un vestido Gucci rojo de seda, con cuello alto, hombros abullonados y un arnés con diamantes, complementando con guantes transparentes adornados con pedrería.
“Y el Camp se trata de ser pomposo, de ser extravagante. Se trata de ser delicioso. El Camp celebra cosas que quizás se descartan. Es no tomar la vida o la moda demasiado en serio, y estoy feliz de ser parte de esto”, finalizó. La cabeza realizada con impresión 3D por efectos especiales Makinarium para Gucci, costó $11,368.00 dólares.
Otro atuendo que robó miradas y causó desconcierto fue el de Ezra Miller. Antes de mostrar su traje a rayas de Burberry con un corsé de cristales y zapatos de puntas enjoyadas a juego, diseño de Riccardo Tisci; apareció cubriéndose con una máscara de su propio rostro y una capa blanca. La máscara fue realizada por la compañía de efectos especiales KM Effects.
“Tenía muchas ideas extrañas en mi cerebro y traté de explicarlas a varias personas que, en la mayoría casos, las recibieron con aprensión, incluso con miedo”, dijo Miller. “Riccardo inmediatamente se mostró muy entusiasmado con el proyecto. Hablamos por teléfono y, por lo que me dijeron, a los dos minutos de la conversación ya estaba dibujando el diseño".
Pero lo realmente impresionante fue su maquillaje, creado por Mimi Choi, tomó 5 horas. Y tan solo los cosméticos costaron alrededor de $250.00 dólares, entre acuarelas, maquillaje profesional y pestañas artificiales.
El look que presentó Aquaria era Maison Margiela, diseñado por John Galliano y valuado en $57,000.00 dólares, con listones de tul y satín que crearon un efecto trashy, apocalíptico. Acompañado de una peluca blanca y guantes incrustados con pedrería que simulaban garras, creación de Project Runway. No me sorprendería ver a alguien con esos afilados guantes cortando una garganta inocente.
Bette Midler, conocida por su papel de bruja en “Hocus Pocus”, portó un atuendo de Michael Kors, que tomó 1,170 horas en bordar e incluía mariposas impresas en 3D. Su hija, Sophie von Haselberg, la acompañaba con un vestido también MK, que tardó 1,700 horas en ser bordado. Ambas con tocados de Stephen Jones.
Cardi B llevó una creación de Thom Browne masiva y emplumada. El vestido de cuello alto, rodeaba la cabeza y tenía mangas que llegaban hasta la punta de los dedos. Vogue informó que fue elaborado con: 30,000 plumas, 2,000 horas y 35 personas. Sin contar 44 quilates de rubíes en un corpiño valorado en $250,000.00, que fue una colaboración con Stefere Jewelry. Un look que me recuerda, en cierta forma, a la armadura roja que viste Gary Oldman antes de ser vampiro, creada por Eiko Ishioka para Drácula, 1992.
Florence Welch (vocalista de Florence and The Machine), lució un maravilloso vestido azul Gucci con enormes hombros emplumados. Con una capa que por sí misma es una obra maestra de escultura, daba un aspecto en perfecta sintonía con la estética etérea y boho de la cantante. Aunque el estilo y color podrían implicar un lado más angelical de Florence, no me confiaría de esa mirada cargada de maldad.
Jack McCollough y Lázaro Hernández realizaron para Proenza Schouler, el atuendo que Karen Elson usó para la gala. La prenda fue bordada con cientos de miles de lentejuelas por artesanos en Suiza, a donde hizo un viaje redondo en avión para llegar hasta la modelo. Con su bustier, corte a la cintura y pliegues griegos, el vestido de Karen tiene un toque casi de Madame Grès, digno de cualquier villana.
Esto es de lo más espeluznante que vimos durante la MET Gala del 2019. Esperamos sea de tu agrado y pronto estaremos de regreso con más atuendos icónicos, oscuros y fascinantes. Compártenos imágenes de vestuarios que consideras Camp y en qué crees que se inspiraron.
Me recordaste la belleza de The Cell, esa película me roba las tripas