Dentro de los muchos, muchos sub-géneros del horror, hay pocos que sean tan interesantes como el tema del vampiro clásico. Un monstruo con colmillos y garras, poderes sobrenaturales y un dominio de la noche y las sombras, equipado con un instinto animal y una insaciable sed de sangre. Sumado esto con un magnetismo que atrae a las víctimas por medio de la apariencia, pues es fácil de entender cómo es que dentro de los monstruos, el vampiro ocupa un lugar especial. Y definitivamente, es uno de mis favoritos.
Y fue en uno de los muchos ejercicios creativos de Tabitha y Stephen King donde se plantearon la pregunta: ¿Qué sucedería si Drácula, se mudara a los Estados Unidos de América? La respuesta corta fue “Seria arrollado por un taxi en Nueva York”. Pero la respuesta larga es la segunda novela publicada del autor, Salem’s Lot.
Inicialmente conocida como “Second Coming”, Salem's Lot nos narra una infestación de vampiros en un pequeño pueblo (ficticio) en Maine. El pueblo es el hogar de la infancia del escritor Ben Mears, que vuelve a Salem’s Lot para escribir un libro sobre la casa embrujada del lugar, la casa Marsten. Conforme se desarrolla el libro, se va revelando exactamente la relación de Ben con la casa Marsten, y porque le obsesiona tanto.
Salem’s Lot ha sido revisitado en un par de ocasiones por el autor, en la historia corta “Jerusalem’s Lot”, que explica ligeramente que el pueblo ha estado maldito desde mucho antes de la llegada de Kurt Barlow y “One for the road”, historia corta que continua tras los eventos de Salem’s Lot, y que nos indica el status actual del pueblo en relación con los lugares aledaños, sin ahondar en los personajes de la novela.
En esta historia, Stephen nos da la primera probada de un elenco grande, el cual maneja a la perfección, mezclándolo con el mismo pueblo, al cual dirige como una entidad viva, con voluntad propia. La introducción de cada personaje inicia con un poco de lentitud, pero para la segunda o tercera presentación, nos queda claro que algunos de los secretos que oculta el pueblo tras la fachada de un “All-American town” son dignos de competir con un viejo chupa sangre del viejo continente. Dentro del elenco extendido, salta a la vista Donald Callahan, el sacerdote del pueblo. Un hombre que recientemente le tiene más fe a la botella que a la cruz. Evitando en la medida de lo posible los spoilers, el destino del Padre Callahan es, para decirlo de manera sencilla, desafortunado, pero no es fatal. En repetidas ocasiones, Stephen indico (temprano en su carrera) que estaba en sus planes escribir una secuela para Salem’s Lot, principalmente, para continuar el arco del Padre Callahan. Después de unos años, esa necesidad se cubrió cuando el Padre Callahan hizo su aparición en la serie The Dark Tower, donde se nos explica lo que hizo de su vida y como llego al Mundo Medio. La transición de Callahan a La Torre Oscura es extraña, pero es generalmente conocida como un acierto.
El paso de Salem’s Lot es relajado, como la vida en un pueblo pequeño. Uno de los pocos defectos del libro en cuestión a su narrativa, es que a cómo va avanzando la trama, se vuelve sobrenatural casi de golpe (aunque en el desarrollo si tiene dos o tres eventos macabros), se siente un poco fuera de lugar y varios lectores constantes han externado su crítica sobre el paso de la novela. Y si bien considero que la crítica es bien fundamentada, no es necesariamente determinante. A mi parecer, era necesario establecer el día a día de Salem’s Lot, para poder comprender la reacción de sus habitantes ante lo sobrenatural.
Con todo, Salem’s Lot está considerada, cuando menos, en el Top 10 del autor. Es mencionado en “Relatos de brujas, vampiros y hombres lobo” de Readers Digest y cuenta con dos adaptaciones a la pantalla chica: Una de 1979, dirigida por Tobe Hooper y la segunda de 2004 dirigida por Mikael Salomon. En esta última adaptación, el papel del Padre Callahan fue interpretado por James Cromwell, el cual goza de la aceptación de los fans del personaje y que aún tienen la esperanza de que algún día pueda retomar el papel en una adaptación de La Torre Oscura.
Es bien sabido que el autor le tiene un cariño especial a esta obra (antes de Lisey’s story, Stephen anunciaba con orgullo que su obra favorita entre los que él había escrito era precisamente Salem’s Lot) y se nota. Aunque ahora nos tiene acostumbrados a un elenco gigantesco, si leemos Salem’s Lot como lo que es, el segundo esfuerzo de un escritor que “tuvo suerte” con su primer libro, podemos ver que le otorgo un poco se su día a día a la obra. Un poco de su familia, sus vecinos, sus amigos y su gusto personal por los vampiros, están atrapados para siempre dentro de Salem’s Lot y el resultado es una gran novela que ha permanecido en el gusto de los seguidores del genero.
Por: Javo Monzón
Comments